Nuestros animales también se hacen mayores.

Gracias a los avances de la medicina veterinaria, nuestros animales viven hasta edades avanzadas, para nuestra mayor felicidad.

Por ello, se encuentran, como los humanos, con las enfermedades del envejecimiento: artrosis, insuficiencia renal o cardíaca, cataratas... Cuanto antes se detecten las enfermedades, más fácil será atenderlas y mejor será la longevidad, con una calidad de vida mantenida.

Si se trata de un perro de raza grande, se convierte en senior a partir de los 7 años, para los perros pequeños y los gatos, será a partir de los 10 años.

En cuanto se alcance este umbral, su veterinario podrá sugerirle exámenes preventivos: por ejemplo, un análisis de sangre anual en el momento de su vacunación para comprobar el funcionamiento de los riñones, el hígado o la ausencia de diabetes.

La detección del dolor artrósico es muy importante: puede hacerse clínicamente pero también mediante radiografías.